Por. Danitza Rojas Genao
Reiniciar es una palabra que Rosa
desconoce, pero de la que ha hecho uso a lo largo de sus años, cuando salió de
su casa a los 17 años a vivir con el padre de su hijo quien luego la dejo
desamparada. A sus veinte tantos tuvo
que enfrentar las secuelas de un asalto en el que la hirieron en el rostro, mas
adelante ha tenido que aprender a vivir con el desaliento de la pobreza y la
exclusión social, ella se reinició una y otra vez para poder seguir adelante
con su hijo y sus deseos de vivir.
Iniciar una y otra vez es una
labor que se nos da con relativa
“facilidad ”a las mujeres , entendiendo que las nuevas oportunidades son los
caminos que debemos transitar en nuestro día a día..
Vivir en una sociedad que
constantemente cambia los patrones que rigen el rol de la mujer es sin lugar a
dudas complejo, en otras décadas bastaba con solo ser sumisas para llenar los
standares requeridos. Con la revolución
industrial necesitábamos de una mujer laboriosa que tenía que salir de casa
para aportar al hogar y al regresar hacer la comida que luego calentarían en
casa para alimentarse, el momento actual presenta como patrón a una mujer que
constantemente se ve obligada a cambiar y mejorar su esquema personal, sabe que
debe independizarse económicamente ya que sus necesidades y paradigmas son
otros, conoce de lo importante de apoyar a sus hijos en su crecimiento
interior.
Una mujer que se regala la
oportunidad de reiniciarse constante con relación a sus proyectos y ambiciones
personales, encontrando en el trabajo la oportunidad de avanzar sintiendo
orgullo de sí misma.
Esta que disminuye y hasta se da
permiso de parar su transitar y siempre reinicia su camino, es la mujer de hoy.
